ENTRE LA ASPIRACIÓN Y LA REALIDAD: CRITERIOS DE INTERVENCIÓN EN RESTAURACIÓN.
- Cristhian Allaico
- 26 ago 2019
- 11 Min. de lectura
Por: Cristhian Allaico
Universidad de Cuenca
Facultad de arquitectura y Urbanismo
Opción Conservación del Patrimonio
INTRODUCCIÓN
A largo de la historia de la conservación y restauración de los bienes culturales han existido diversas formas de intervención sobre los objetos históricos, la manera en la que se lleva a cabo la intervención depende en muchos casos de las líneas de pensamiento y avances tecnológicos en cada momento histórico. Las teorías de la conservación y restauración se han llevado a la práctica, se han traducido a técnicas, procesos y en general a principios que de una u otra forma intentan salvaguardar el patrimonio. Sin embargo, cuando las teorías dan el paso hacía la práctica se encuentran con una complejidad de vicisitudes inherentes a los bienes muebles, es por eso que la discusión sobre el modo operativo de las intervención está siempre en vivo desarrollo. Intervenciones mal ejecutadas ponen en grave riesgo el patrimonio, atentan contra los valores contenidos en él, alteran su concepción, da lugar a interpretaciones artificiales y erróneas y las repercusiones sobre la sociedad son ingentes. Los procesos y herramientas de las intervenciones deben ser estudiados e investigado a fondo, en situaciones específicas para evitar la pérdida el patrimonio, de ahí su importancia.
Los principios de intervención en conservación y restauración han ido evolucionado y acomodándose a las exigencias de cada tiempo y sobre todo a las características de los bienes patrimoniales. Camilo Boito quizá es el primer teórico que sistematiza estos principios y los traduce en puntos y/o postulados que se deben cumplir en los trabajos de restauración. Las convenciones y cartas internacionales han jugado un papel importante sobre la difusión y puesta en escena de dichos aspectos, pero es sabido que entre el dicho y el hecho existe un gran abismo. En la actualidad en una época compleja y difusa, los conceptos y definiciones en torno al patrimonio están siendo abordados desde diferentes perspectivas, generando grandes debates y polémicas sobre el manejo y la gestión para la salvaguardia de los bienes culturales. Principios como la Diferenciación, Notoriedad y Reversibilidad son abordados en este ensayo con la intención de exponer y reflexionar su concepción teórica y puesta en práctica, sus contradicciones y sus aportaciones.
DESARROLLO
En el marco del Patrimonio Cultural, las definiciones de Conservación, Conservación Preventiva y Restauración producen siempre confusiones que entorpecen el desarrollo de avances y reflexiones municionas que varían según un autor, organización o teoría en cuestión. En el siguiente documento para evitar dichas imprecisiones se toma como referencia las definiciones dadas por Salvador Muñoz Viñas en su libro “Teoría Contemporánea de la Restauración”, tratándose de una teoría que abarca discusiones y posturas contemporáneas ante el Patrimonio.
· La preservación, o conservación ambiental o periférica, es el conjunto de actividades destinadas a garantizar la pervivencia de los objetos simbólicos e historiográficos actuados sobre las circunstancias ambientales en las que se encuentra.
· La conservación, o conservación directa, es el conjunto de actividades materiales (de procesos técnicos), destinados a garantizar la pervivencia de los objetos simbólicos e historiográficos, actuando directamente sobre los materiales que los componen sin alterar su capacidad simbólica.
· La restauración es el conjunto de actividades materiales, o de procesos técnicos, destinados a mejorar la eficacia simbólica e historiográfica de los objetos de Restauración actuando directamente sobre los materiales que lo componen.
En el siguiente ensayo cabe señalar que cuando de escribe Restauración hace referencia a las acciones tanto de conservación y restauración, aclarado estos términos es posible reflexionar sobre los criterios de Restauración objetos de este ensayo: Diferenciabilidad, Notoriedad y Reversibilidad.
DIFERECIABILIDAD
La Diferenciación es un término que tiene sus orígenes formales en la “Restauración Filológica” de Camilo Boito, en 1883 desarrolla en 8 postulados a las que deben adherirse las reparaciones y/o adiciones materiales al monumento, en sus dos primeros postulados dice:
1. Diferencia de estilo entre lo antiguo y lo nuevo.
2. Diferencia de materiales en sus fábricas. (como se cita en Rivera, 2018).
La teoría Boitiana claramente se desenvuelve a partir de una perspectiva material del monumento, lo preexistente y lo nuevo debe evidenciar una diferencia de: materia, estilos y formas. La Diferenciación en una actividad de Restauración está vinculada con la autenticidad material de un bien patrimonial, es decir cuando en un elemento o conjunto de elementos (sistemas) la integridad física por tanto constructiva se ve comprometida, deben ser sustituidas o reparadas parcial o totalmente con elementos materialmente diferentes; lo mismo pasa en adiciones donde además de la materialidad deben diferenciarse los estilos y los aspectos formales de la intervención. En la práctica la Diferenciabilidad puede ser llevada a cabo con acciones como “materiales evidentemente distintos, o tengan una marca incisa con la fecha de la restauración, de tal forma que a partir de esta marca el atento observador pueda identificar el engaño” (Arjones, 2015).
Desde las teorías de Boito y su discípulo Giovanoni, los principios han ido evolucionando de acuerdo a las posturas de cada época así como a las exigencias del Patrimonio y de manera oficial en convenciones internacionales para la salvaguardia y gestión del patrimonio así como en las cartas internacionales como por ejemplo: la carta de Atenas de 1931, la carta de Venecia de 1964, la carta del Restauro de 1972, la carta de Quito de 1977, la carta de Cracovia de 2001, entre otras. En los mencionados documentos se desarrollan y exponen principios de Restauración, y en algunos casos el proceso y recomendaciones para las intervenciones sobre el Patrimonio. En cuanto a la Diferenciabilidad se exponen las operaciones restauración que se permiten y se prohíben, por ejemplo: en reintegraciones se admite materiales diferenciados aunque claramente distinguibles a simple vista, anastilosis donde la técnica de reconstrucción debe ser claramente distinguibles de igual modo, tratamiento diferenciado en la superficie de los nuevos materiales. Como sostiene la carta de Venecia las intervenciones en Restauración llevará la marca de nuestro tiempo.

Imagen 1. Casa de Chaguarchimbana, Cuenca-Ecuador. La Diferenciabilidad se puede reconocer con gran facilidad en este inmueble: columnas faltantes, entrepiso, paredes, carpinterías son incorporadas con distinta materialidad manteniendo la lectura del bien patrimonial. Al igual se diferencian los estilos arquitectónicos: colonial y moderno.
Fuente: http://www.late.com.ec/2016/05/04/casa-de-chaguarchimbana/
NOTORIEDAD
Boito en el octavo postulado sostiene que la nueva adición deber poseer una cualidad: “Notoriedad visual de las acciones realizadas” (como se cita en Rivera, 2018); aquí se presenta un problema de interpretación que ha llevado a los excesos en algunas intervenciones. Notoriedad visual puede ser la excusa perfecta que argumente las excentricidades de algunos restauradores en cuanto a la imagen final de la obra. Boito sostenía que los añadidos que fuesen indispensables se deben realizar de manera que se diferencien del monumento, advirtiendo que, posiblemente, la apariencia de las nuevas formas no reste demasiado al aspecto artístico del monumento (Arjones, 2015), como se observa la relación que existe entre Diferenciabilidad y Notoriedad es inseparable. La diferencia entre estos términos radica en que la Diferenciación considera aspectos materiales y sus propiedades físico-químicas, así como la temporalidad de la materia; mientras la Notoriedad considera aspectos de apreciación y percepción visual determinados por el grado de diferenciación que percibimos en una intervención en relación a la obra antigua. En definitiva la Diferenciabilidad tiene que ser notoria y distinguible también ante nuestros ojos.
La Notoriedad puede ser entendida según la carta de Venecia de 1964 como la Legibilidad de la intervención en cuanto a su apreciación, es decir que las nuevas intervenciones siempre se realizarán con materiales y técnicas distintas al de objeto de Restauración para que existiera notoriedad visual de su aplicación (Rivera, 2005). La carta de Venecia sostiene que los elementos a reemplazar las partes inexistentes deben integrarse armoniosamente en el conjunto, distinguiéndose claramente de las originales, a fin de que la restauración no falsifique el documento artístico o histórico. En la carta del Restauro de 1972 se menciona que cualquier intervención destina a mantener en funcionamiento, facilitar la lectura y a transmitir intrínsecamente al futuro los objetos de Restauración .Varias son las recomendaciones que las cartas y convenciones internacionales para la Notoriedad de la intervención, por ejemplo: reintegraciones notorias a simple vista en particular en los puntos de encuentro con las partes antiguas, en anastilosis zonas diferenciables a simple vista colocadas en un nivel diferente al de las partes originales. En la actualidad este concepto es entendido de la siguiente manera: “Notoriedad visual, procurando que las intervenciones sean reconocibles como elementos nuevos, manteniendo la armonía con el bien y procurando no competir con él” (Ministerio de Cultura-España, 2015).

Imagen 2. Castillo de Huércal Overa. En este ejemplo la diferenciación del material que integra las partes faltantes del bien se percibe como el protagonista, descontextualiza el monumento. De cierta manera compite con el inmueble. La Notoriedad pase a ser tan fuerte ante nuestra percepción visual que el elemento preexistente queda relegado a un segundo termino, una especie de excentricidad.
Fuente: https://www.elestudiodelpintor.com/2016/05/restauraciones-polemicas//
REVERSIBILIDAD
Entre los principios de mayor debate en nuestros días está la Reversibilidad. Smith define como la Reversibilidad como “la capacidad de restaurador para revertir, esto es, para retirar, cualquier residuo o efecto introducido en un objeto por un tratamiento de Restauración” (Smith, 1988), en pro un mejor solución al estado del bien patrimonial. Carlos Chanfón se refiere a la Reversibilidad a aquellas técnicas, instrumentos y materiales que puedan ser removidos con facilidad, volviendo a un estado anterior al de la intervención en caso de con la aportación de nuevos datos, enfoques y criterios, consideren a ésta como inadecuada y nociva para el monumento (como se cita en: Terán, 2004); mientras bajo esta misma idea el ICOMOS define la Reversibilidad como “medidas…. que se puedan eliminar y sustituir por otras más adecuadas y acordes a los conocimientos que se vayan adquiriendo” (ICOMOS, 2003). Como se observa estás definiciones tienen una concepción finalista, remover, sustituir, eliminar, devolver, quitar, revertir son acciones hacia las que apunta la Reversibilidad.
La reversibilidad supone una restauración debido a que se trabaja sobre una nueva adición al bien. En definitiva la restauración consiste en procesos y trabajos que clarifiquen y resalten el monumento, manteniendo los principios de reversibilidad, reconocimiento y respeto por la obra del artista (Martiarena, 1992). Ahora bien cabe la pregunta ¿Es posible revertir siempre una actividad o tratamiento de Restauración sobre un bien patrimonial?, esta pregunta debe ser respondida en función de los materiales utilizados pero sobre todo en los procesos de Restauración. La Reversibilidad se expresa de mejor forma en términos de grado, es decir en el grado de Reversibilidad que posee un material y su modo de ejecución, un mismo material y procedimiento puede ser reversible o irreversible en una circunstancia específica (Muñoz, 2003), en este sentido sería más pertinente denominar la Reversibilidad como Eliminabilidad, concepto que hace referencia a la posibilidad de retirar materiales aplicados en un bien, siendo más útil y comprobable en situ que la Reversibilidad (Charteris, 1999), pero autores como Appelbaum “indican que la palabra reversibilidad debería ser usada para describir un proceso más que un material; un material no puede ser reversible” (como se cita en Fernández, 2000).
Pero ahora ¿qué pasa en la práctica de este principio? Hay que señalar algo de suma importancia para comprender la complejidad de este concepto: cuando una intervención en Restauración es llevada cabo, es casi imposible evitar combinaciones entre lo nuevo y lo antiguo, combinaciones principalmente físicos-químicos. La reversibilidad de las intervenciones es uno de los principios más difíciles de aplicar, en particular si hay una reacción química entre los constituyentes (Correia, 2007), por ejemplo: cada vez que se barniza se introduce un producto en las rugosidades de la película pictórica incluso a veces sobre la misma película, cuya remoción es imposible sin dañar la obra origina (Muñoz, 2003). En esta parte cabe mencionar un avance importante sobre la finalidad de la Reversibilidad “siempre que sea posible.....procurando que las técnicas y métodos de intervención sean lo menos invasivos posible” (Ministerio de Cultura-España, 2015). Si bien los restaurados proclaman o sostienen la Reversibilidad como práctica y principio obligado, la mayoría no traduce su pensamiento a la práctica, la Reversibilidad total no es factible (Smith, 1999), una aspiración más que una meta alcanzable (Fernández, 2000).

Imagen 3. Restauración de Felipe II a caballo. Los restauradores de pinturas al óleo con frecuencia aplican una pintura soluble en agua para realizar reintegraciones en zonas donde falta la pintura original. De hecho, esa pintura es reversible, y se puede eliminar de forma sencilla disolviéndola con agua. Pero si ese mismo material se emplea para reintegrar las zonas faltantes en un gouache, el resultado es que ese material ya no es reversible, porque si se intenta eliminar las zonas añadidas será prácticamente imposible no eliminar también una parte de la pintura original.
Fuente: https://www.museodelprado.es/aprende/investigacion/estudios-y-restauraciones/recurso/restauracion
CONCLUSIONES
Los principios de intervención en Restauración, deben ser entendidos conceptualmente con un alto nivel de reflexión y crítica, una vez entendido dichos términos hay llevarlos a la especificidad de cada caso para que de esta manera no se cometan errores que comprometan al bien cultural. Los principios de Diferenciabilidad, Notoriedad y Reversibilidad no son independientes, es más los principios que no se mencionan aquí son de igual importancia y la elección sobre la manera de enfrentar cada uno de éstos repercute en los demás, es decir los principios están relacionados y dependen el uno del otro y sus consecuencias son inevitables (buenas o malas). Es importante mencionar el esfuerzo de las instituciones y organizaciones que velan por el bien del patrimonio, en un debate constante sobre los principios de Restauración, y de igual modo a los teóricos que enriquecen y aportan en este sentido, con el fin de salvaguarda el patrimonio de la mejor forma posible.
La relación entre Diferenciabilidad y Notoriedad es de alto grado, las elecciones sobre cómo distinguir los nuevo de lo antiguo tiene como consecuencia inmediata en cómo se percibe la imagen final de la obra, Por un lado la Diferenciabilidad es material y de estilo (forma, composición), mientras que en la Notoriedad lo que importa es la imagen que presentan esos materiales ante nuestra vista y su relación con el bien en su totalidad. La Diferenciabilidad está en el objeto añadido, mientras que en la notoriedad está en la percepción del sujeto ante dicho objeto. Cabe señalar que tanto los materiales, las técnicas, los estilos en los trabajos restauración como reiteraciones, anastilosis, reparaciones, incorporaciones, etc., deben ser tratadas diferenciado entre lo nuevo y lo antiguo evitando el error de cometer falso históricos, comprometer la integridad, la unicidad y la legibilidad del bien patrimonial, y estas diferencias como anteriormente se ha dicho deben ser visibles manteniendo la armonía y relación con el bien, evitando competir con él.
En cuanto a la Reversibilidad es él término que mayores discusiones y percances genera, debido a su misma complejidad en la intensión que presenta. Se habla sobre materiales, técnicas y procesos reversibles pero a veces la relación con lo antiguo resulta tan grande que puede dañar partes del inmueble en su actividad de remover, la química y la física condicionan en gran medida la Reversibilidad. Otro aspecto importante es sobre que es reversible y que no, y esto depende principalmente de las condiciones y características inherentes al bien a intervenir, un mismo material puede ser reversible o no en una circunstancia específica. El proceso en cómo se hace la intervención también se convierte en un punto de duro debate, pero en conclusión la Reversibilidad debe ser lo menos invasiva posible ya que no siempre (o en la mayoría) de los caso es posible su sustitución y remoción si causar daño al bien patrimonial. Finalmente, afín al pensamiento de algunos autores, la Reversibilidad es un sólo una aspiración, una utopía, en la práctica contemporánea es muy difícil la Reversibilidad total aunque este principio sea aclamado y defendido por gran parte de los restauradores. Sólo los avances tecnológicos algún día podrán garantizar la Reversibilidad, por ahora paradójicamente la Reversibilidad total puede darse en acciones de conservación pero no de restauración.
BIBLIOGRAFÌA
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